domingo, 16 de diciembre de 2012

Wine & Gadgets


Ahora que tenemos aquí las fiestas navideñas y todos necesitamos ideas sobre qué regalar, puede ser un buen momento para hablar sobre los mil y un gadgets con los que podemos contentar a un enófilo. Entre ese detalle de bajo presupuesto para un amigo invisible al regalo más exclusivo hay un gran abanico de posibilidades. Todos son accesorios, ninguno resulta indispensable, pero pueden ser un gran acierto. Y son ese tipo de objetos que una vez llegan a casa, uno se pregunta por qué ha pasado tanto tiempo sin ellos.

Hoy os hablamos sobre un par de nuestros gadgets para el vino que más nos gustan:


Bomba de vacío

El viernes descorchamos un tinto para celebrar el fin de semana que empieza: brindamos con un par de copas. El sábado cocinamos un arroz caldoso al que le sienta de maravilla un Verdejo, del que tomamos otras dos copas. El domingo no comemos en casa. El lunes es el primer día de la semana y estamos cansados. Y así pasan los días, y dos botellas de vino, de ese vino que compramos con tanta ilusión (y tanto dinero), se nos van echando a perder sin que veamos el momento de acabarlas.

¿Por qué decimos que se echa a perder el vino? Bien, no es cierto que no vayamos a poder disfrutarlo durante varios días, pero sí lo es que, una vez descorchado, el vino toma contacto con el oxígeno y con el tiempo sus características organolépticas van a ir degradándose. El tiempo prudencial para tener una botella abierta en buenas condiciones va a depender del propio vino: un tinto joven puede sentirse fresco durante varios días, y un Jerez quizás podamos conservarlo abierto unas semanas. En cualquier caso, si algo podemos hacer para alargar al máximo su vida es conservarlo en óptimas condiciones, y eso incluye el lugar de guarda (temperatura, humedad...) y, sobretodo, evitar que esté siempre en contacto con el aire.

Mientras el vino está embotellado reposando, los tapones de corcho (y hoy día también otros materiales) con su sellado crean una barrera para que el aire no penetre dentro lo más mínimo, pero una vez la botella está abierta es imposible que colocando el mismo tapón consigamos este aislamiento. Con una bomba de vacío, en cuestión de segundos se puede extraer el aire que hay en una botella y sellar la entrada con un tapón más adecuado. Es fácil de utilizar, además de un método limpio y muy seguro , por lo que nos servirá para guardar la botella horizontal sin miedo a que el tapón se vaya a salir. Pero lo mejor es que resguardaremos el vino durante los días que no váyamos a tomarlo.
Nosotros tenemos el Vacuum Wine saber de Vacuvin, y ¡nos encanta lo bien que funciona!




Oxigenador para servicio

Es curioso: este segundo gadget hace más o menos lo contrario a la bomba de vacío. Este artilugio tan raro que veis en la foto se usa con el fín de oxigenar el vino justo en el momento previo a ser servido en la copa, y con ello se consigue que emanen de él todo su abanico de aromas con mayor rapidez. 



El efecto que produce sobre el vino es el mismo que queremos conseguir cuando movemos la copa en el momento de catar. Es también lo mismo que se busca al decantar un vino. La diferencia entre decantar u oxigenar en el momento del servicio la marca el vino: si, por ejemplo, vamos a descorchar una botella que lleva mucho tiempo guardada, o un vino con mucha crianza, podría ser necesario hacerlo reposar en un decantador unos minutos u horas antes de tomarlo, para que además de conseguir que afloren todos sus aromas, también se desprenda de él la sensación de humedad que puede esconder todo su potencial.

Existen varios oxigenadores en el mercado con formas bastante diversas, y aunque es cierto que ninguno es particularmente “elegante”, si se trata de disfrutar un vino en todo su esplendor podemos pasar ésto por alto... Los hay muy cómodos que se encajan en el cuello de la botella y quedan fijados. Otros, como el nuestro, son un poco más difíciles de utilizar pero con un mecanismo más sofisticado que incluso puede incorporar un filtro para retener los sedimentos. Éste es de Vinturi, una marca especializada en este tipo de artilugios, y se puede guardar con su funda sobre un soporte.





Wine&Gadgetsmanía...

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Fins al pròxim glop!