domingo, 16 de diciembre de 2012

Wine & Gadgets


Ahora que tenemos aquí las fiestas navideñas y todos necesitamos ideas sobre qué regalar, puede ser un buen momento para hablar sobre los mil y un gadgets con los que podemos contentar a un enófilo. Entre ese detalle de bajo presupuesto para un amigo invisible al regalo más exclusivo hay un gran abanico de posibilidades. Todos son accesorios, ninguno resulta indispensable, pero pueden ser un gran acierto. Y son ese tipo de objetos que una vez llegan a casa, uno se pregunta por qué ha pasado tanto tiempo sin ellos.

Hoy os hablamos sobre un par de nuestros gadgets para el vino que más nos gustan:


Bomba de vacío

El viernes descorchamos un tinto para celebrar el fin de semana que empieza: brindamos con un par de copas. El sábado cocinamos un arroz caldoso al que le sienta de maravilla un Verdejo, del que tomamos otras dos copas. El domingo no comemos en casa. El lunes es el primer día de la semana y estamos cansados. Y así pasan los días, y dos botellas de vino, de ese vino que compramos con tanta ilusión (y tanto dinero), se nos van echando a perder sin que veamos el momento de acabarlas.

¿Por qué decimos que se echa a perder el vino? Bien, no es cierto que no vayamos a poder disfrutarlo durante varios días, pero sí lo es que, una vez descorchado, el vino toma contacto con el oxígeno y con el tiempo sus características organolépticas van a ir degradándose. El tiempo prudencial para tener una botella abierta en buenas condiciones va a depender del propio vino: un tinto joven puede sentirse fresco durante varios días, y un Jerez quizás podamos conservarlo abierto unas semanas. En cualquier caso, si algo podemos hacer para alargar al máximo su vida es conservarlo en óptimas condiciones, y eso incluye el lugar de guarda (temperatura, humedad...) y, sobretodo, evitar que esté siempre en contacto con el aire.

Mientras el vino está embotellado reposando, los tapones de corcho (y hoy día también otros materiales) con su sellado crean una barrera para que el aire no penetre dentro lo más mínimo, pero una vez la botella está abierta es imposible que colocando el mismo tapón consigamos este aislamiento. Con una bomba de vacío, en cuestión de segundos se puede extraer el aire que hay en una botella y sellar la entrada con un tapón más adecuado. Es fácil de utilizar, además de un método limpio y muy seguro , por lo que nos servirá para guardar la botella horizontal sin miedo a que el tapón se vaya a salir. Pero lo mejor es que resguardaremos el vino durante los días que no váyamos a tomarlo.
Nosotros tenemos el Vacuum Wine saber de Vacuvin, y ¡nos encanta lo bien que funciona!




Oxigenador para servicio

Es curioso: este segundo gadget hace más o menos lo contrario a la bomba de vacío. Este artilugio tan raro que veis en la foto se usa con el fín de oxigenar el vino justo en el momento previo a ser servido en la copa, y con ello se consigue que emanen de él todo su abanico de aromas con mayor rapidez. 



El efecto que produce sobre el vino es el mismo que queremos conseguir cuando movemos la copa en el momento de catar. Es también lo mismo que se busca al decantar un vino. La diferencia entre decantar u oxigenar en el momento del servicio la marca el vino: si, por ejemplo, vamos a descorchar una botella que lleva mucho tiempo guardada, o un vino con mucha crianza, podría ser necesario hacerlo reposar en un decantador unos minutos u horas antes de tomarlo, para que además de conseguir que afloren todos sus aromas, también se desprenda de él la sensación de humedad que puede esconder todo su potencial.

Existen varios oxigenadores en el mercado con formas bastante diversas, y aunque es cierto que ninguno es particularmente “elegante”, si se trata de disfrutar un vino en todo su esplendor podemos pasar ésto por alto... Los hay muy cómodos que se encajan en el cuello de la botella y quedan fijados. Otros, como el nuestro, son un poco más difíciles de utilizar pero con un mecanismo más sofisticado que incluso puede incorporar un filtro para retener los sedimentos. Éste es de Vinturi, una marca especializada en este tipo de artilugios, y se puede guardar con su funda sobre un soporte.





Wine&Gadgetsmanía...

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Fins al pròxim glop!

sábado, 24 de noviembre de 2012

D.O.P.T.A.

Denominació d'Origen Protegida Terra Alta. 
Hoy tenemos el gusto de presentárosla en nuestra Vinácora. 


Nos vamos hasta la zona vinícola más meridional en nuestra tierra catalana, a pocos pasos de Aragón y siguiendo de cerca al río Ebro, y entramos en la comarca de Terra Alta para encontrar las localidades de Gandesa, Batea, Horta de Sant Joan... Si levantamos la vista nos veremos rodeados de viñas que crecen sobre suelos muy calcáreos, repartidas entre bancales, llanuras y "costers". Nos mecemos entre el viento de Noroeste, el Cerç, y las Garbinadas del Sureste en un perfecto equilibrio. Es verano y el Sol del Mediterráneo nos acompaña, pero llega el frío invierno y el clima continental va calando, la lluvia escasea. Sentimos los contrastes de una tierra interior tan próxima al mar. 

Los archivos históricos permiten remontarnos al siglo XIV para entender la cultura del vino como parte de esta comarca, aunque el Consejo Regulador de la D.O. fue establecido en 1982. La denominación, que recoge alrededor de una cuarentena de bodegas, puede presumir de cultivar una tercera parte de toda la Garnacha Blanca del mundo.  Y qué Garnacha Blanca... También el Macabeo y la Parellada son variedades autóctonas que se emplean en los vinos blancos de Terra Alta, mientras que los tintos tradicionales son la Garnacha Tinta, la Garnacha Peluda y la Cariñena. 

En el último cartel de la Festa del Vi de Gandesa nos muestran las variedades más tradicionales

Pero volvemos a la Garnacha Blanca para hablar más sobre ella, ya que es la estrella de esta zona, la variedad que mejor expresa el terroir de Terra Alta. El consejo regulador reconoce una selección de calidad (calificación mínima de 80 sobre 100) con la marca "Terra Alta Garnatxa Blanca", que distingue estos vinos de complejidad aromática, una característica sensación gustativa salina, con cuerpo y persistencia. 

¿Un buen representante de esta distinción? Lo encontramos en la bodega Tern Obrador de Vi, un proyecto joven del que, con tan sólo tres añadas, sus tres propietarios puede sentirse ya muy orgullosos. Su producción no ha hecho más que crecer durante los primeros años de vida mientras recoge menciones realmente interesantes y se sitúa en las cartas de restaurantes muy especiales. Y... en nuestra pequeña bodega :)

Tern Garnatxa Blanca 2011

Si esperamos encontrar una gran Garnacha Blanca de Terra Alta, hemos dado con un vino idóneo. En la copa encontraremos un amarillo pálido verdoso que desprende intensos aromas tropicales (en seguida visualizamos la piña) y tímidamente va presentando fruta blanca, pera. Su buena acidez lo hace sentir fresco, y en boca la persistencia es notable.



En su elaboración se lleva a cabo maceración pelicular: el mosto está en un corto contacto con la piel de la uva en frío, y esto extrae muy bien los aromas. Después ha estado fermentado en barricas de roble, en las que posteriormente ha pasado por una crianza de dos meses. Se aprecia untuoso gracias al battonage, técnica en la que se remueven las lías para dar este carácter al vino.
Tern Garnatxa Blanca ha estado incluído en la Guía de Vins de Catalunya 2013 con una nota de 9.56. Ante esto, poco podemos añadir para que os hagáis una idea de ¡cuánto vale la pena probarlo! Bueno sí, os podemos decir que no vale demasiado, alrededor de unos 9€.


 Tern Garnatxa Negra-Syrah 2011

Nos gustan los vinos jóvenes como éste, con entrada de notas balsámicas de eucalipto y la inconfundible fruta roja, que pasa de sentirse muy fresca al principio a más madura al pasar un rato en la copa. Hemos llegado a percibir aromas de pimienta negra, y también notamos la huella de la crianza (7 meses en roble) con una sutil vainilla. Aunque tiene un paso por boca fácil, sí que se nota cierta acidez que en seguida nos hace salivar. Lo hemos tomado con un queso de cabra de la Vall de Camprodón ¡que le ha quedado perfecto!
Al poco de ver la luz, este vino ya recibió una distinción del jurado para la añada 2010 en el concurso que organizó el consejo regulador en 2011. Este año, el mismo concurso ya le ha otorgado el premio al "Millor Vi Negre de Collita" al 2011. ¡Enhorabuena!


Una de nuestras primeras tomas de contacto con la D.O. Terra Alta. Si una cosa (entre tantas) tiene el mundo del vino es que núnca nos aburrimos, siempre queda algo nuevo por descubrir, tierras con las que dejarte sorprender y variedades de las que enamorarte...


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Fins al pròxim glop!


sábado, 17 de noviembre de 2012

El Priorat más elegante

Marco Abella, ése es el nombre del Priorat más elegante que conocemos. Es el nombre de una bodega de nuestros tiempos, nacida en nuestro siglo y creada por personas como nosotros, que queremos el vino y nos enamoramos de él cada día un poco más.

La familia Marco ha vivido generación tras generación a lo largo de los siglos en Porrera, una de las localidades más vinícolas del Priorat. El cultivo de la viña siempre fue parte de la familia, y fue en 1998 cuando David y Olivia vieron en ella mucho más y se pusieron a trabajarla para elaborar unos vinos que están obteniendo muy buenos resultados. Se dice que “la mejor Cariñena del Priorat viene de Porrera”, una zona cercada por el anillo del Montsant en la que apenas llueve. Y es en sus cercanías dónde ellos construyeron su bodega, minimizando el impacto paisajístico y dando prioridad a una máxima: la de estresar lo menos posible el vino durante su elaboración. Sobre suelos de una licorella que varía su forma en cada una, se levantan las tres parcelas de viñedos, a 450, 600 y 700 metros. Esta altitud aporta frescor a los vinos, y al tratarse de una zona tan aireada, la uva crece sana, con pocas plagas, algo que les facilita aplicar la viticultura ecológica que practican. También se rigen por los principios de una biodinámica muy “lógica”, muy “científica” y demostrada: optimizan todo el proceso de crecimiento de la planta sincronizándose con el influjo que ejerce la Luna sobre la Tierra. 


Bodega Marco Abella (Google Maps Street View)



(A raíz de hablar de la biodinámica, Olivia nos explicó el curioso origen de las fiestas religiosas de Semana Santa. La biodinámica era la manera natural de nuestros antepasados de trabajar la tierra. Durante ciertas fases de la Luna, el trabajo realizado sobre el terreno no obtenía ningún fruto, por lo que se dedicaban durante esos días a descansar. En ocasiones coincidian varios días no productivos seguidos, y con ello se instauró la costumbre de celebrar durante esa semana las fiestas religiosas. Por eso la Semana Santa que hoy día seguimos celebrando avanza y retrocede en nuestro calendario solar.)
 
Si algo ocurre en los vinos de la D.O.Qa. Priorat, además de estar tan buenos, es que suelen ser inconfundibles: la licorella deja su rastro mineral en cada copa. También podemos fijarnos en un factor distintivo en la boca: solemos encontrarnos con vinos de mucha potencia. En Marco Abella las raíces del Priorat no se pierden de vista, y por ello elaboran trabajan persiguiendo la idea de una modernidad que encaje a la vez con tradición, y a esta idea consiguen darle forma con vinos elegantes, frescos y complejos. 

 

Loidana


La línea más popular de la bodega se elabora principalmente con Garnacha y Cariñena, variedades autóctonas, y una parte de Cabernet Sauvignon. Tanto la fermentación como la crianza se llevan a cabo en cemento, para acabar con una crianza en madera seguida de un tiempo necesario en botella.

Todavía podemos comprar algunas botellas de Loidana 2007, y será seguro una buena compra. Es un vino color rubí con mucho peso de fruta roja, deja un postgusto largo y se siente completo. Es muy buena idea tomarlo con arroces y pastas. 
La nueva añada 2008 ya está empezando a venderse. Se trata de un vino que con unos meses más embotellado podrá mejorar. Ya se percibe como un buen vino, con cuerpo, algo menos aromático, pero más fresco y mineral. Esto es debido a que el 2008 fue un año de lluvias, y esto hace que se note menos la potencia de la fruta del 2007. EL 2008 introduce Syrah en el coupage. 


Mas Mallola


Con las mismas variedades de Loidana, Marco Abella elabora otro tinto de calidad un poquito superior a partir de viñas de viticultura ecológica y biodinámica de mayor edad. Parte de la fermentación se lleva a cabo también en tinas de cemento, para luego envejecer durante 20 meses en botas de roble francés. El resultado es un vino que de entrada en nariz deja notar mucha fruta, más bien en compota, y aromas balsámicos, mentolados. Un buen acompañamiento para carnes y atún.
 
Como en el caso de Loidana, la añada 2008 ya se ha puesto a la venta, pero eso sí, el 2007 está ahora en su mejor momento para ser consumido.


Todavía no hemos podido probar los otros dos vinos de la bodega. Uno de ellos es Clos Abella, que se elabora con la uva de las mejores viñas de la familia. El otro es Òlbia, su primer blanco, que tiene una pequeña producción (no más de 1200 botellas) y tiene un interesante coupage de Macabeo, Garnacha Blanca y, cuando la cosecha lo permite, Pedro Ximénez. ¿Interesantes, verdad? En esta entrada del blog de Wine Palace sobre su visita a la bodega encontraréis más datos sobre ambos vinos.


Marco Abella está exportando sus vinos por todo el mundo y ganando seguidores y buenas críticas allí por dónde pasa. Y aquí, que tan cerquita los tenemos, casi no los conocemos... ¿Y con cuántas bodegas más estará ocurriendo esto? Nos encanta descubrir bodegas como esta, dirigidas por personas que un buen día decidieron aparcar sus vidas tal como las conocían para ofrecernos lo mejor de nuestra tierra... Y lo menos que queremos hacer por ellos es conseguir que vosotros tambén los descubráis, así que comprad rápido una botella de  Loidana, un buen inicio si no conocéis demasiado los vinos del Priorat y ¡ya nos contareis que os parece!




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Fins al pròxim glop!



lunes, 12 de noviembre de 2012

Experimentos

El vino es tradición, cultura y sentimiento, pero no podemos perder de vista que es, sobretodo, pura química. Y cómo alumnos aplicados asistimos a una gran clase durante la celebración del Catavins 2012 en la Fira Sabadell. Tuvimos la gran suerte de estar entre los asistentes a una charla muy especial entre el gran Raül Bobet, elaborador del que tantísimo hemos oído hablar, acompañado por Marcel Gorgori, un comunicador por el que sentimos mucha simpatía. Intuíamos que la tarde podría mostrarse muy divertida tratándose de estos dos personajes que tanto llaman nuestra atención, pero además la experiencia de cata resultó inesperadamente sorprendente. Inesperada porque no sabíamos que probaríamos los vinos de Raül Bobet durante la charla, y sorprendente porque además no fue una cata al uso.

Raül Bobet es Doctor en Química y, según nos da a entender Gorgori, poco menos que una eminencia en conocimientos de la materia. No es necesario que nos lo demuestre, oyéndolo hablar al momento pensamos que tenemos ante nosotros a alguien que comprende los vinos ya desde las moléculas que lo forman. Además de formar parte de varios proyectos enológicos, Raül Bobet es propietario de la bodega Castell d'Encús (D.O. Costers del Segre). Las viñas de esta bodega son únicas por estar cultivadas en altas tierras de los Pirineos Catalanes, y la fase quizás más especial de la elaboración de sus vinos es la fermentación en piedra. Nos obsequió con una cata de 5 vinos, de los que sólo 2 podemos encontrarlos en el mercado. El resto, en sus propias palabras... ¡sus experimentos!

Taleia 2011


Nuestro primer reto consistió en entender el concepto de vino “natural”. Para ello, nos sirvieron una copa de Taleia 2011 tal cómo lo encontramos en el mercado. Y junto a ella, una elaboración del mismo vino (mismas variedades y prácticamente el mismo proceso) pero sin la adición de sulfuroso. ¿Qué implica añadir SO2 en los vinos? Pues para una bodega, probablemente el principal motivo puede ser que la vida del vino puede ser mucho mayor. En el caso de Taleia, su versión de mercado puede evolucionar correctamente durante unos 15 años, sin embargo el mismo vino con un proceso natural reduce su vida a unos 5 años. 



Las características organolépticas también se ven afectadas por la presencia/ausencia de sulfuroso.
  • En la copa con vino natural, el vino se muestra con un tono amarillo más subido, que ya nos hace pensar en un vino más denso.
  • Los aromas naturales de la uva son mucho más perceptibles en la versión sin sulfuroso. La frescura tropical de Taleia 2011 se transforma en aromas de fruta en compota.
  • Para poder obtener los mismos vinos, el Taleia natural requiere el doble de meses en bota. Esto influye en la pérdida de acidez. 

     
Aunque nos encontramos ante dos vinos que parecen diferentes siendo el mismo, también es cierto que ambos tienen características que nos atraen. En Taleia con sulfuroso existe un gran abanico de aromas, con mucha fruta fresca y también especias que lo hacen ligero y una agradable vainilla fina. En el vino natural notamos mucho los aromas de pastelería a medida que se oxigena, y resultan muy agradables. Acidez, cuerpo y un postgusto larguísimo los convierten a los dos en un blanco perfecto.

Espumoso ancestral

Ésta fue la manera en que Raül Bobet decidió presentar el siguiente vino. Él no hace cava, ya que se encuentra fuera de las regiones que forman parte de esta D.O., pero su espumoso sigue el mismo proceso de elaboración. Eso sí, con la particularidad de adaptarlo a las técnicas “ancestrales”. 



De forma resumida podemos decir que el cava es en primer lugar un vino blanco al que se le añaden levaduras y azúcar para que en una segunda fermentación se genere gas carbónico. Pues bien, antiguamente no se añadía azúcar, y en esta versión de “cava” tampoco se ha hecho. Por este motivo se debe vendimiar cuando el fruto está suficientemente maduro, y parar la primera fermentación del vino para garantizar la segunda. ¿Qué se consigue así? El terroir (clima, geografía, geología...) se expresa con más intensidad en el vino que resulta.

Vino de pera

El cuarto vino tiene una finalidad clara, que en palabras de Raül Bobet es la siguiente: “¡Experimentar! ¿Y se sacará algo de esto? ¡Me da igual!”. Una declaración de principios: Raül Bobet juega, crea, inventa, investiga... y aporta sus propias vivencias a su visión del vino. En este caso, ha querido demostrar en él la influencia del cultivo de peras que ejercía su familia, y ha ideado esta bebida de pera al 65% con un 35% de Sauvignon. Para su elaboración se prensa la pera, después se añade la uva para macerar y se incorpora azúcar. El resultado nos recordó un poco a la sidra, pero su creador nos aclaró que contiene algunos grados más de alcohol (unos 10) y que existe una diferencia primordial, y es que en la sidra el gas carbónico levanta los aromas y da la sensación de acidez. 

 

Thalarn 2011

Cerramos la cata volviendo a la apuesta comercial de Castell d'Encús y probamos un 100% Syrah que nos emocionó, un vino increíble. Según la opinión de su elaborador, estaría en su momento óptimo de venta en un año, pero al no existir ya botellas de 2010, la presión le obliga a comercializarlo ya. 






Es un tinto nada convencional. Visualmente se muestra con una capa muy alta debido al tamaño del grano en un año de cosecha muy caliente. En la elaboración de este tinto también ocurre esa parte tan importante de todos los vinos de Castell d'Encús de “pasar por la piedra”.



Oir hablar a Raül Bobet ha sido una experiencia didáctica y nos ha hecho añadir un nuevo personaje a nuestra lista de admirados por su gran trabajo, ideas propias y lo mejor, el resultado en sus vinos. Marcel Gorgori fue un perfecto conductor del evento, siempre pendiente de cada detalle, ordenando con respeto y delicadeza y sienténdose humilde y aprendiz ante el maestro. Para acabar, dos frases de Marcel que resumen muy bien estas sensaciones:

“No sabéis la satisfacción que tengo de que este tío me diga: ¡exacto!”

“Entrevistar a un sabio...es muy difícil.”

¡Bravo por los dos!


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Fins al pròxim glop!


sábado, 10 de noviembre de 2012

Marida Catalunya

Después de unas semanas sin contaros muchas noticias por aquí, volvemos a la carga, porque como si de la temporada teatral se tratara, la nueva temporada vinícola ya hace semanas que se ha puesto en marcha. Y nos sirve esta comparación para presentaros hoy alguna recomendación que, precisamente, tiene mucho de teatral...

En nuestra sed insaciable de vino (y a esto le daremos un sentido tanto literal como figurado), no dejamos de encontrarnos con sorprendentes propuestas de ocio con la que seguir introduciéndonos en este mundo. Y es que, como siempre decimos nosotros, cualquier excusa nos vale para para seguir disfrutando de él.

Os pondremos en “escena”...

El escenario, el Teatre Lliure de Montjuïc.



Como maestra de ceremonias, la D.O. Catalunya.




El intérprete, el actor y director Jordi Oriol. 
 
Y como grandes protagonistas, tres vinos de nuestra tierra.

El pasado jueves asistimos a un acto informal y distendido en el que maridamos vinos de la D.O. Catalunya con lecturas dramatizadas a cargo de Jordi Oriol.

Puede que no sea la primera vez que oís hablar de este tipo de extraños “maridajes”, y quizás os preguntéis qué quiere decir que maridemos un vino con algo que, a priori, poco tiene que ver... Por ejemplo, se habla también de maridajes con música. La palabra maridar la utilizamos para hablar de la buena combinación de una bebida degustando un alimento. Si hacemos una abstracción del concepto, podemos maridar un vino con cualquier elemento que nos produce unas sensaciones agradables que casan bien con él. En definitiva, se trata de conseguir que tomar una copa de vino se convierta en un momento redondo, completo, ¡inmejorable! Y este fue nuestro momento del jueves:

Lectura: Insults al públic (Monólego de Peter Handke)
Maridada con Mazico Blanc 2010, de Benjamín Romeo. 
  
El monólogo de Peter Handke comienza con fuerza, para que nadie quede indiferente y preste atención. El tono de las palabras es educado, cordial, casi podríamos decir que es suave, pero el texto resulta quizás agresivo, duro y directo. ¿Las sensaciones del Mazico 2010? Un vino que empieza mostrándose con aromas cálidos y suaves. Es también un vino complejo y despierta nuestra atención con los muchos matices que nos ofrece la madera de la crianza. En boca se nota gran presencia, con cuerpo. Es un vino con una acidez marcada y que deja un gran postgusto. Es un vino que va de la mano de las sensaciones fuertes e incluso agresivas que nos hace sentir la lectura.


Lectura: Ronda de mort a Sinera (Salvador Espriu / Ricard Salvat)
Maridada con Synera Rosat 2011 (Bodegas Roqueta)

La siguiente lectura tiene un ritmo rápido y divertido. Sin embargo trata un sínfín de conceptos científicos de los que acabamos perdiendo el hilo, aunque la habilidad del intérprete hace que estemos pendientes de ella hasta el final, esperando escuchar más. Aquí podríamos hablar de un maridaje por contraste, ya que el rosado de Synera es, al contrario que el texto, un vino fácil de disfrutar, no requiere una gran atención para ser entendido: sólo acercándonos la copa ya pensamos en un bol enorme lleno de chucherías de fresa, la imaginación vuela. Y al probarlo se nota en cada rincón de la boca, tiene un gusto intenso, con buena acidez, y la llena por completo. Es un vino que nos permite seguir pendientes de la lectura, y además resulta ligero al beber, así que se convierte en el compañero ideal de esta lectura de ritmo acelerado.


Lectura: Ifigènia a Orem (Monólogo de la obra Excès de Neil Labu)
Maridada con Primers Vins Negres 2010 (Cooperativa l'Olivera)

Para el último texto necesitamos sentirnos envueltos de un aura de misterio, pues nos explica una historia que nos mantendrá en vilo desde el primer párrafo. Se trata de una lectura dura de oír, de asimilar, de imaginar, y que busca entre nuestros sentimientos más profundos para ponernos en la piel del desgraciado protagonista. Así es Primers Vins Negres, un vino profundo y muy complejo que nos arrastra bajo la tierra para sentir su mineralidad y envolvernos por completo entre sus aromas de especias, que nos dan sensación de inquietud, de querer adivinar, entender...¿qué se esconde tras las notas de Primers Vins Negres? Ya tuvimos ocasión de hablaros de él cuando visitamos L'Olivera.

Con sinceridad os recomendamos formar parte de una experiencia como ésta, tan diferente, sencilla y agradable. Una buena copa de vino. Una buena lectura. Una buena tarde...

Podéis poneros en contacto con la D.O. Catalunya para informaros sobre las próximas sesiones de “Tasta Catalunya Lliure”. Y si nuestra entrada de hoy os ha dejado con muchas ganas de vivir la experiencia, mañana mismo día 11 podéis formar parte de ella en el Catavins de Sabdell que se celebra este fin de semana. Nosotros vamos a asistir hoy mismo a esta feria y esperamos traeros ¡muchas cosas interesantes que contar!


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Fins al pròxim glop!


domingo, 30 de septiembre de 2012

De la uva al mosto y del mosto al vino

Hemos participado en una experiencia totalmente nueva para nosotros que nos ha permitido descubrir un vino desde su nacimiento. La Bodega Abadal ha organizado una cena muy especial en la que la protagonista era la uva en su evolución hasta ser vino, una velada en la que hemos probado las variedades Picapoll, Merlot y Syrah en distintas fases de elaboración. 

Los vinos de la Bodega Abadal se elaboran en una de las masias más antiguas y bonitas de nuestro país, que data del siglo XII y está ubicada en Santa Maria d'Horta d'Avinyó, en la D.O. Pla de Bages. Abadal pertenece a la familia Roqueta, que desde el grupo Roqueta Origen dirige también las bodegas LaFou, 1898 y Pago de Montal. 


La cata que acompañó la cena estuvo dirigida por la sommelier Anna Castillo, responsable de enoturismo en la bodega, junto a un equipo de trabajadores muy amables que nos hicieron disfrutar mucho de la noche. Esperando al resto de asistentes, Anna nos ofreció una copa de Abadal Rosado mientras nos explicaba el proyecto de difusión de las actividades de enoturismo que están llevando a cabo en la bodega. La cena se ofreció en un salón en el que se organizan frecuentemente otras catas, un espacio dónde las paredes están cubiertas por varias filas de enormes barricas en las que leemos inscripciones de personajes de referencia que han pasado por allí, como Ferran Adrià o Artur Mas. 

El menú comenzó con unas tapas de tomate cherry con queso en salsa chimichurri y unas tostaditas de escalivada. Les siguieron un original plato de galets gratinados y rellenos de carne y tomate y un pato confitado a la naranja que estaba tierno y gustoso, una delicia. Los postres fueron melocotones bañados en moscatel y cocas caseras buenísimas. Fue un menú sencillo y sin complicaciones perfecto para acompañar a los grandes protegonistas de la noche.
  
En la primera parte de la cata degustamos varias fases de elaboración de un vino Picapoll. La Picapoll es una variedad autóctona del Pla de Bages que se emplea en vinos blancos ligeros y afrutados.
  

  • El mosto es lo primero que se obtiene de prensar la uva tras ser recolectada, por lo que se asemeja a un zumo en el que se concentra una gran cantidad de azúcar. El aroma del mosto es el natural de los racimos, muy sutil y casi imperceptible.
  • El mosto debe pasar por un proceso de fermentación alcoholica para la transformación de los azúcares. Probamos lo que se obtiene cuando el proceso de fermentación no ha finalizado aún , y nos encontramos con algo que se parece un poquito más a un vino. El ácido carbónico descubre un vino que parece casi espumoso, y ha aparecido cierta graduación de alcohol, entre 5 y 7 grados. En boca se nota más fino, la acidez resulta agradable. Los aromas son frescos, verdes, y nos siguen remitiendo a la uva.
  • El vino en rama es el resultado del proceso completo de fermentación, y es un caldo que sólo necesitaría ser filtrado y embotellado para poder ser consumido como vino. Lo que más nos impresionó del vino en rama de Picapoll fue la gran presencia de plátano en nariz, y por contra, la sorpresa de encontrarnos un vino bastante amargo todavía. 

Pasamos después a seguir la misma evolución en el caso de dos vinos tintos, Syrah y Merlot.


  • El mosto de Syrah es de un color rosado-violáceo muy intenso y extremadamente denso y opaco. Se nota tan dulce como el mosto de Picapoll aunque con una cierta acidez que no era antes tan perceptible. Anna nos explicó que, a pesar de haber sido conservado unos días en nevera, debido a un variación inesperada de temperatura podía haber entrado en un principio de fermentación.
  • La Syrah a media fermentación desprende un fuerte aroma a cerrado y humedad (un olor que podemos identificar con el de los huevos podridos, para hacernos una idea). Pero ¡ojo! tras esta sensación que poco a poco va desapareciendo ya se siente el aroma de la fruta roja, habitual en este vino. 
  • Para probar un vino en rama tinto nos sirvieron una copa de Merlot que en nariz desplegaba aromas primarios frutales. El vino no ha pasado por ninguna fase de crianza, por lo que con el tiempo aún puede incorporar muchísimos matices. También en boca podrá evolucionar mucho, ya que se nota bastante astringente y deja una gran sequedad en el paladar. 

En todos estos vinos tan sorprendentes parecía fallar alguna pieza del engranaje, ese engranaje que queda a punto cuando el proceso de elaboración, y quizás de crianza, se puede dar por finalizado. Así que para maridar nuestra cena nos acompañamos también de otros vinos que se encontraban en su momento ideal para ser consumidos:
  • En el primer plato tomamos el Picapoll de la pasada añada, un vino que como ya hemos comentado es ligero y fresco. Encontramos aromas afrutados como la piña y también algunos florales y herbáceos.


  • Continuamos con una elaboración especial que no está normalmente a la venta y que la bodega nos presenta como un vino muy especial. Se trata de un tinto reserva de corte muy clásico, al estilo de un Rioja con larga crianza en el que se encuentra un gran peso de la madera. En boca es un vino completo con tanicidad marcada.


  • Acabamos con el Dolç de Synera, vino de licor de Bodegas 1898. El vino de licor puede ser obtenido a partir de la mezcla de vino y mosto parcialmente fermentado a la que se añade alcohol de origen vinícola. 


Felicitamos a la Bodega Abadal por la organización de esta actividad que es toda una oportunidad para acercarnos a la elaboración de los vinos en plena época de vendimia. Anna Castillo y su equipo son un personal muy agradable que abre las puertas de su casa con gran amabilidad, así que nos quedamos con ganas de volver a hacerles alguna visita.


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Fins al pròxim glop!


viernes, 14 de septiembre de 2012

El Celler de Can Roca, nuestra Meca

Peregrinar a un verdadero templo de amor por el vino y el arte de comer bien era algo que aún debíamos hacer, y El Celler de Can Roca llevaba años siendo el templo que encabezaba nuestra lista de deseos.

¿El restaurante del momento, el súmmum de los reconocimientos y la buena crítica, el lugar del que tantos hablan...? A medida que nuestro interés por el disfrute del paladar iba creciendo, siempre supimos que nuestro paso por allí era inevitable, que nos rendiríamos ante la maestría de su cocina. Mucho tiene que ver la admiración que sentimos por Josep Roca, camarero de vinos según se describe él mismo, gran sumiller cuya manera de hablar del vino acariciando cada palabra con delicadeza y elegancia nos tiene totalmente fascinados. Hace unos días tuvimos la oportunidad de visitar la bodega de El Celler de Can Roca guiados por él mismo, pero es tanto el respeto que nos merece que durante la visita nos quedamos literalmente sin saber articular palabra... ¡Quizás hasta le debió parecer que no nos interesaba lo que nos contaba! Tardaremos en perdonarnos el no haber intercambiado con él algunas palabras más habiendo tenido la oportunidad...

Mucho se ha escrito desde los blogs más gourmets sobre la experiencia de comer en El Celler de Can Roca. ¿Y qué podemos añadir nosotros a todo lo que ya se ha publicado? Tenemos ante nosotros ahora mismo la carta en la que se describen los 20 platos que degustamos unos días atrás, y aún no nos creemos que realmente fuéramos testigos de semejante desfile de exquisiteces. Pero si los platos nos impresionaron, lo que ya nos cautivó por completo, como no podía ser de otra manera, fue el maridaje de vinos... Y ya que en Vinácora nos gusta escribir sobre vinos, y ya que es quizás de lo que menos se escribe sobre el restaurante ¡allá vamos!

15 fueron los vinos que pasaron ayer por nuestra mesa...¡15! Uno tras otro nos fueron enamorando por completo, sin excepción. Tuvimos ocasión de degustar vinos muy distintos: Riesling, Verdejo, Manzanilla, tintos, dulces... Hubo un gran predominio de los vinos blancos, lo que parece confirmar que los tintos van perdiendo poquito a poco el gran protagonismo que siempre han tenido en nuestra tierra. Entre las zonas de origen, un buen recorrido por la península de norte a sur, un pequeño tour por la Europa central y un baño en el atlántico. Y entre las bodegas, muchos descubrimientos y algún nombre conocido al que estábamos deseando conocer aún más.


  • Cava El Celler Brut Albet i Noya
    D.O. Cava
    Con los aperitivos tomamos una copa de cava que la bodega Albet i Noya embotella para el restaurante.



  • Expression de Granite 2010 Domaine de l'Ecu
    A.O.C. Muscadet Sevre et Maine
    Este fresco Muscadet, vino blanco francés que se elabora en el Valle del Loira, resultó ser el mejor compañero posible para la ostra que nos sirvieron como primer plato, en el que se daban cita ingredientes igualmente frescos como el melón, el pepino, la manzana o la lima.

  • Gramona 2000 Celler Batlle
    D.O. Cava
    Un cava de 12 años aportaba el carácter necesario para el siguiente plato, en el que el intenso gusto de las sardinas se suavizaba con un agradable helado de pan tostado con aceite de oliva. Un cava increíble servido en una copa tulipa perfecta para él, en la que percibimos bien su crianza sin pasar por alto una buena acidez. 
     
  • Manzanilla Pasada 30
    D.O. Jerez
    Un plato tan andaluz como el gazpacho que siguió venía de la mano de un vino con el carácter de la misma tierra. Para nosotros los vinos de Jerez todavía son un poco desconocidos, pero viendo lo bien que maridan con este plato, pronto serán habituales en nuestros menús de verano. 


     
  • Muscat 2011 Albert Mann
    A.O.C. Alsace
    El helado “Comtessa” de espárragos blancos, con su gusto delicado, pedía un vino totalmente femenino. Aromas de flores, en especial de rosa, entre la gran presencia de la uva en este vino blanco. 
     
  • Xarel·lo Vermell 2011 Loxarel
    Vilobí del Penedès
    La primera vez que tenemos ante nosotros esta variedad de Xarel·lo Vermell... Y la primera impresión no podía ser mejor. De ella resulta aquí un vino rosado muy aromático, tanto que en un primer momento, al ser servido, creímos que en la mesa de al lado ¡alguien se había excedido con el perfume! Esta variedad no está regulada por la D.O. Penedès, y por este motivo este magnífico vino se comercializa como un vino de mesa, lo que demuestra que no debemos desmerecer un vino con la primera lectura que hagamos de la etiqueta.
    El plato al que acompañamos con este vino fue uno de nuestros preferidos; su nombre: “Toda la gamba”. Y cuando dice toda, es toda... Las patitas, la cabeza, el suquito, la carne braseada y ¡hasta la arena nos comimos! La mejor gamba que hayamos probado núnca. 




  • Ossian 2009
    Vino de la Tierra de Castilla y León
    Alguna vez se nos ha escapado decir que muchos Verdejos, aunque buenos, parecen iguales. Rectificar es de sabios y es el momento de hacerlo, porque os aseguramos que este 100% Verdejo es único: trae con él muchísimos aromas, a los frutales se suma la madera de la crianza e incluso alguna nota mineral. Tomamos con este vino un besugo rico, rico. 


     
  • Ilària 2011 Serrat de Montsoriu
    Massís del Montseny
    El siguiente vino, otra vez un blanco, maridaba un bacalao que bañado en una sopa al aceite de oliva se sentía suave y meloso. De nuevo como en el caso del Xarel·lo Vermell estábamos ante un vino de mesa, esta vez procedente de una zona en la que no hay demasiada tradición vinícola. Buscando estos días saber algo más sobre esta zona y esta bodega, hemos leído que Josep Trallero, al frente de Serrat de Montsoriu, es un elaborador que no trabaja bajo las directrices de ningún consejo regulador y que crea vinos únicos cada añada. Os recomendamos visitar su web, ya que nos parece muy interesante la manera en que Josep Trallero nos presenta su trabajo: http://www.serratdemontsoriu.com/




  • Kirchenstück 2007 Von Basserman-Jordan
    V.D.P. Pfalz
    Hacía tiempo que teníamos ganas de probar un buen Riesling. Este procede de la zona del Palatinado, una de las grandes productoras en Alemania. No podía haber un vino mejor para el cochinillo que tomamos con él, ¡el Riesling también formaba parte de la receta!

  • La Pascole 2011 Bruno Duchêne
    A.O.C. Collioure
    En el siguiente plato tomamos un salmonete cocido a baja temperatura, y si éste plato parecía sencillo...el vino que lo acompañó no lo fue, ¡para nada! El primer tinto de la jornada (la décima copa) fue un joven vino del sur de Francia, de la región del Roussillon, que se presentó con una fuerte presencia de cuero. Tras el cuero, el aroma de la fruta roja, tan sólo sutil, lo redondeaba para convertirlo en un vino que deja huella.

  • Manuel de la Osa 2004
    D.O. La Mancha
    Del centro-sur de la península llegó el siguiente tinto, un vino con crianza sumamente elegante que se sentía agradable ya en sus aromas, y pasaba a ser excelente en boca. ¿Sabéis aquellos vinos en los que encuentras la fruta madura, aromas balsámicos, el toque de vainilla, la madera y los tostados de la barrica? Un regalo para los sentidos y para el cordero a la brasa que acompañó. 


     
  • Idus 2006 Vall Llach
    D.O.Qa. Priorat
    Ahora, pensándolo, no se nos ocurre mejor forma de acabar la tanda de platos, antes de los postres, que brindando con un gran Priorat... ¡Con lo que nos gustan a nosotros! Y además de una bodega que admiramos y de la que ya habíamos ido probando cositas. Este Idus 2006 es de lo mejor que hemos tenido entre manos, un coupage de Cabernet Sauvignon, Cariñena, Garnacha, Merlot y Syrah en el que eran inconfundibles la característica pizarra de la zona, la fruta roja en mermelada, y un adictivo chocolate. Llegando ya al último, tomamos un plato de caza: hígado de torcaz tocado con los gustos del curry y la naranja.

  • Lenchen 2007 Peter Jacob Kühn
    Spätlese Riesling Rheingau
    El primer postre quiso dejarnos muy claro que ya sólo podíamos hablar de dulces, tanto en el vino como en el plato: albaricoque caramelizado con vainilla, y de nuevo un Riesling, aunque muy, muy diferente al anterior. Según hemos investigado, el Spätlese es un vino que se consigue de una vendimia tardía y en el que se trabaja especialmente la dulzura. Maridaje perfecto.



  • Advent Sumoll 2009 Heretat Mont-Rubí
    D.O. Penedès
    El segundo postre era un regalo para la vista... Venía acompañado por un vino dulce que confundía sus aromas afrutados y florales entre las fresas con nata presentadas como una nube de caramelo. El Advent Sumoll es un vino rosado elaborado de una forma especial: el fruto de unas viejas viñas de Sumoll se cuelga individualmente durante varios meses para provocar su deshidratación de manera natural. La procedencia de la uva y el proceso por el que pasa limitan la producción a menos de 1000 botellas...de 37,5cl...



  • Terrantez 20 Henriques And Henriques
    Madeira
    Casi con lágrimas en los ojos vimos llegar el último de los platos mientras no servían la última de las copas...Todo fue nuevo en este vino. Su origen: Madeira, un lugar en el que ni siquiera sabíamos que encontraríamos vino (aquí notamos la gran ignorancia que aún mostramos). Su variedad: Terrantez, que en un primer momento nos hizo pensar en el Torrontés (no sabemos si el nombre de ambas procede de la misma palabra). Lo más inesperado es que se trataba de un vino de 20 años, así que fue una gran oportunidad la que tuvimos de probarlo. Resultó maravilloso maridar con él un milhojas de moca en la que se daban cita muchas texturas distintas. 



Y... Fín del banquete... No queríamos abandonar nuestra mesa... Los exquisitos Petit Fours del final hicieron que la despedida fuera aún más dura...

Podríamos firmar el día en que visitamos El Celler de Can Roca como uno de los mejores de nuestra vida. Podríamos seguir proclamando lo maravilloso que fue todo y seguiríamos sin encontrar las palabras adecuadas...

Magia con la comida y milagros imposibles con el vino. 


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Fins al pròxim glop!